ARQUETIPOS


Los arquetipos, son los contenidos del inconsciente colectivo. Es la tendencia innata (no aprendida) a experimentar las cosas de una determinada manera. Carecen de forma, pero actúan como un “principio organizador” sobre las cosas que vemos o hacemos.


Poseen la capacidad de influir directamente en la cultura humana son realmente operantes en el curso histórico de la humanidad, siendo junto al inconsciente colectivo autores anónimos de los sueños.

Los arquetipos se manifiestan a nivel personal (a través de los complejos y a nivel colectivo como características de todas las culturas). Jung pensaba que la tarea de cada generación era comprender en forma diferente su contenido y efectos.

De la amplia gama de Arquetipos existentes, cinco son los que han alcanzado un desarrollo superior al de cualquier otro: SOMBRA, PERSONA, ANIMA, ANIMUS, SELF o SI MISMO.

LA SOMBRA, primer arquetipo que debe ser integrado. Supone comenzar a reconocer conscientemente los contenidos de nuestro inconsciente personal, todos sus recovecos, aceptando todo aquello que no nos gusta. La sombra se hace hostil sólo cuando es desdeñada o mal comprendida.

LA PERSONA, representa nuestra imagen pública, la máscara que nos ponemos en el mundo exterior. En su mejor presentación, constituye la “buena impresión” que todos queremos dar, pero en su peor cara, se confunde con nosotros mismos haciéndonos creer que realmente somos lo que pretendemos ser.

EL ANIMA y EL ANIMUS, con los que nos comunicamos con el inconsciente colectivo en general. Son los responsables de nuestra vida amorosa: (según dice el mito griego, siempre estamos buscando nuestra otra mitad, aquella que los Dioses nos quitaron, en los miembros del sexo opuesto).

El ANIMA, se asocia con una emocionalidad profunda y con la fuerza de la vida misma, aspecto femenino presente en el inconsciente colectivo de los hombres, EL ANIMUS, lógico muchas veces racionalista e incluso argumentativo, aspecto masculino presente en el inconsciente colectivo de la mujer.

El SELF, es el arquetipo más importante,(el “sí mismo”) es la unidad última de la personalidad y está simbolizado por el círculo, la cruz y las figuras mandalas. La personificación que mejor representa el self es Cristo y Buda; pues representan según muchos, el logro de la perfección. La meta de la vida es lograr un self.

Algunos otros:

La madre, es una habilidad propia constituida evolutivamente, la nutrición.

El padre que con frecuencia está simbolizado por una guía o una figura de autoridad.

La familia, la hermandad de sangre, lazos más profundos que aquellos basados en razones conscientes.

El niño, representado por los infantes, así como por otras pequeñas criaturas. La inocencia.

El héroe, con una gran personalidad, es el luchador contra los dragones malvados.

La doncella, representa la pureza y  la candidez.

El ilusionista, usualmente representado por un payaso o un mago.

Jung decía que no existía un número fijo de arquetipos. Se superponen y se combinan entre ellos según la necesidad y su lógica no responde a los estándares que entendemos.

“el arquetipo representa esencialmente un contenido inconsciente, que al concienciarse y ser percibido cambia de acuerdo con cada conciencia concreta individual en que surge”. El arquetipo (universal) no puede darse, por consiguiente, al margen de la experiencia existencial concreta del individuo”. C.G.Jung